En el dinámico entorno bancario de 2023, las transacciones digitales van en aumento, siguiendo las tendencias de los últimos tres años. Pero así como suben las operaciones en canales digitales, también suben los intentos de fraude en ellos. 

Según el Informe sobre el estado del fraude omnicanal 2023 elaborado por la firma TransUnion, estas tentativas aumentaron un 80% a nivel global durante 2022. ¿El principal objetivo? Las tarjetas de crédito. El porcentaje total de transacciones sospechosas de fraude realizadas con ellas creció un 76% en todo el mundo desde el inicio de la crisis sanitaria causada por la pandemia de COVID-19.

Gracias a los avances en tecnología, los procesos de verificación de la identidad incorporan nuevos elementos como capas adicionales de seguridad, como lectura de huella digital y reconocimiento de voz o de rostro, además de la ya conocida OTP (One Time Password). Sigue leyendo para conocer en detalle seis métodos innovadores para hacer frente a la creciente amenaza del fraude digital.

Las mejores estrategias para combatir el fraude

1. Tecnología biométrica en el proceso de verificación de la identidad

Una de las mejores formas de combatir el fraude digital en 2023 implica llevar a cabo la verificación de la identidad de los clientes del banco mediante tecnología biométrica, lo que no solo mejora la seguridad sino también minimiza las posibilidades de crear identidades sintéticas.

La tecnología biométrica puede incorporarse a cualquier aplicación existente que tenga el banco, y analiza los rasgos físicos únicos e irrepetibles de cada persona para identificarla. Hoy en día, el método más común es el reconocimiento facial, que se realiza utilizando la cámara frontal de los dispositivos móviles. Sin embargo, esto puede no ser suficiente: además de validar la identidad del usuario, también es importante llevar a cabo una prueba de vida activa o pasiva como método anti-spoofing.

De esta forma, la empresa se asegura de que los clientes son quienes dicen ser al abrir una cuenta bancaria, contratar un servicio adicional, sacar una tarjeta de crédito o débito, o cualquier otra operación que el banco determine.

2. Prevención y detección de fraude con machine learning

El segundo punto a tener en cuenta es la implementación de una solución de machine learning con la capacidad de detectar y prevenir el fraude. Machine learning es el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar un sistema, en base al aprendizaje que el propio sistema hace de las operaciones que realiza el usuario. 

Esta tecnología permite, por ejemplo, crear un perfil de cada usuario para identificar patrones de comportamiento inusuales y transacciones potencialmente sospechosas. La eficacia de este tipo de herramientas radica en su capacidad para aprender continuamente en base a un conjunto de reglas estáticas y dinámicas que elige el banco. 

Como resultado, se añade una capa de seguridad muy importante en dos aspectos relacionados al fraude digital: la prevención y la detección.

3. La educación de los clientes

Evita el fraude promoviendo una experiencia segura para tus clientes: esto es útil no solo para ellos, sino también para el negocio. Es importante asegurarse de que los usuarios cuentan con la información y las herramientas necesarias para tomar las mejores decisiones, cuidar sus datos personales y detectar potenciales amenazas de seguridad. 

Algunos puntos a tener en cuenta son: 

  • Usar contraseñas difíciles. Anima a tus clientes a crear contraseñas únicas, fuertes y usar MFA siempre que sea posible. 
  • Reconocer el phishing. Enseña a los usuarios de tu servicio a identificar y reportar mensajes de phishing o ingeniería social que traten de extraer información sensible. Hazles saber cómo tu compañía se comunica con ellos. 
  • Protección de la privacidad. Educa a tus clientes sobre la importancia de proteger su información personal y cómo tu negocio trata los datos, en cumplimiento de las regulaciones pertinentes. 
  • Monitoreo de su actividad. Recuerda a tus clientes que deben vigilar la actividad de su cuenta para detectar transacciones no autorizadas o bien, modificaciones no deseadas en sus datos personales.

4. Monitoreo y actualizaciones regulares del sistema

Las auditorías y actualizaciones regulares de los sistemas y las capas de tecnología implementadas son importantes para la continuidad del negocio. Permite identificar potenciales vulnerabilidades y estar siempre a la vanguardia de los estándares de seguridad, así como de las mejores prácticas.

En lo que respecta a actualizaciones y auditorías de seguridad, algunos puntos a evaluar son: 

  • Análisis de vulnerabilidad. Escanear y probar el sistema que utilizan los usuarios para conectarse al banco, así como la infraestructura de sus servidores, en busca de debilidades y configuraciones que pueden ser aprovechadas por cibercriminales.
  • Penetration test. También conocidos como “hackeo ético”, esta prueba requiere que un grupo de especialistas en ciberseguridad simulen ataques en el mundo real para analizar la efectividad de las medidas de seguridad, e identificar qué áreas necesitan mejora. 
  • Revisar las políticas de seguridad. Estudiar y actualizar los procedimientos y políticas de seguridad ayuda a los negocios a adaptarse y que todos los empleados son conscientes de sus roles y responsabilidades en mantener un ambiente seguro. 
  • Análisis de proveedores externos. Es común incorporar, por ejemplo, tecnología de un tercero para llevar a cabo una tarea específica de una aplicación móvil. El proveedor de esta tecnología puede introducir potenciales vulnerabilidades en el sistema del banco, por lo que es crucial evaluar las medidas de seguridad que aplican en sus propios sistemas.

5. Seguridad de datos y cumplimiento de normas vigentes

Además de lo mencionado anteriormente, los datos almacenados en el sistema deben ser protegidos con sólidas medidas de seguridad. Ya sea con técnicas de cifrado, cortafuegos o software antivirus, es primordial impedir el acceso no autorizado. 

Hoy en día, existen normas y regulaciones que se deben respetar respecto al almacenamiento de información digital. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es uno de los más importantes, que establece, entre otras cosas, cómo se deben tratar y proteger los datos personales, y las condiciones que deben cumplir para que se considere un tratamiento lícito. 

La empresa debe seguir las mejores prácticas para el almacenamiento, la transmisión y la eliminación segura de la información personal.

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