¿Cuál es la diferencia entre CDD y EDD?

La diligencia debida del cliente (Customer Due Diligence, CDD) es el proceso de recopilar información sobre un cliente para evaluar el riesgo de una relación comercial. Esto incluye la identificación del cliente y la verificación de su identidad, así como la recopilación de información sobre su actividad comercial.
La diligencia debida mejorada (Enhanced Due Diligence, EDD) es un proceso más exhaustivo que se realiza cuando se considera que un cliente presenta un mayor riesgo. Esto puede deberse a factores como la ubicación, la actividad comercial o la reputación del cliente. La EDD implica una investigación más profunda de la información de un cliente, incluyendo la revisión de antecedentes y la identificación de cualquier posible actividad sospechosa.
En resumen, la CDD es un proceso estándar utilizado para evaluar el riesgo de un cliente, mientras que la EDD se utiliza cuando se considera que un cliente presenta un mayor riesgo y requiere una investigación más exhaustiva.
Índice
¿Cuándo es necesaria la enhanced due diligence?
La enhanced due diligence (EDD) es necesaria cuando se considera que un cliente presenta un mayor riesgo en comparación con otros clientes. Esto puede deberse a factores como la ubicación geográfica del cliente, el tipo de actividad comercial que realiza, la reputación del cliente o cualquier otra información que indique un mayor riesgo de lavado de dinero, financiamiento del terrorismo u otros delitos financieros. Los reguladores financieros y las instituciones financieras pueden tener políticas y procedimientos específicos para determinar cuándo se requiere la realización de una EDD.
¿Cómo cumplir con la enhanced due diligence?
Para cumplir con la enhanced due diligence (EDD), es necesario llevar a cabo una investigación más exhaustiva sobre el cliente en cuestión. A continuación se presentan algunos pasos a seguir:
- Identificar el riesgo: Es importante determinar qué factores hacen que el cliente presente un mayor riesgo, como su ubicación geográfica, actividad comercial o reputación.
- Recopilar información adicional: Se debe recopilar información adicional sobre el cliente, como sus antecedentes y cualquier otra información relevante que pueda ayudar a evaluar el riesgo.
- Verificar la información: Es importante verificar la información proporcionada por el cliente, como su identidad y la información sobre su actividad comercial.
- Realizar una revisión de antecedentes: Se debe llevar a cabo una revisión de los antecedentes del cliente para identificar cualquier posible actividad sospechosa o delitos financieros anteriores.
- Realizar una evaluación de riesgos: Con base en la información recopilada, se debe realizar una evaluación de riesgos para determinar el nivel de riesgo que presenta el cliente y si se requiere una mayor diligencia debida.
- Seguimiento continuo: Es fundamental realizar un seguimiento continuo de la actividad del cliente para identificar cualquier posible actividad sospechosa en el futuro.
Es relevante tener en cuenta que los procedimientos específicos de EDD pueden variar según la institución financiera y las regulaciones aplicables. Y recomendable seguir las políticas y procedimientos establecidos por la institución financiera y cumplir con las regulaciones aplicables para garantizar el cumplimiento de la EDD.
¿Por qué la CDD y la EDD son necesarias?
La CDD (Customer Due Diligence) y la EDD (Enhanced Due Diligence) son necesarias para prevenir el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y otros delitos financieros. Estos delitos pueden tener un impacto negativo en la economía y en la sociedad en general. Por lo tanto, es importante que las instituciones financieras y otras entidades que efectúan transacciones financieras lleven a cabo la debida diligencia para identificar y evaluar el riesgo de sus clientes.
La CDD es necesaria para identificar y verificar la identidad de los clientes, así como para recopilar información sobre su actividad comercial. Esto ayuda a las instituciones financieras a determinar si un cliente representa un riesgo de lavado de dinero u otros delitos financieros.
La EDD es necesaria cuando se considera que un cliente presenta un mayor riesgo. Esto puede deberse a factores como la ubicación geográfica, la actividad comercial o la reputación del cliente. La EDD implica una investigación más exhaustiva de la información del cliente para identificar cualquier posible actividad sospechosa.
En resumen, la CDD y la EDD son necesarias para prevenir actividades delictivas en el sector financiero y garantizar que las instituciones financieras cumplan con sus obligaciones legales y reguladoras.