¿Por qué es importante KYC en los servicios financieros?
Los proveedores de servicios financieros están obligados por ley a verificar la identidad de sus clientes a través de los procesos KYC. Se trata de instituciones que inician relaciones comerciales y negocios con una gran multitud de personas. Al tratarse de relaciones y negocios que implican asuntos delicados relacionados con las finanzas, llevan aparejado el riesgo de blanqueo de capitales y fraude financiero. Por eso, es necesario establecer filtros y asignar responsabilidades para que los usuarios fraudulentos no puedan abusar y poner en riesgo a los demás usuarios. Es crucial establecer la autenticidad de la identidad del cliente, ya sea una persona o entidad.
La manera más precisa de levantar estas barreras y responsabilizar usuarios es identificándolos antes de iniciar una relación comercial con ellos.
De esta tarea se encarga el KYC. El KYC es el proceso de verificación en el que se confirma la identidad de un futuro cliente a través de un documento de identidad emitido por el gobierno. Durante esta verificación de la identidad, también se analiza el contexto de la persona con el fin de entender para qué va a utilizar el servicio en cuestión, de dónde proviene su dinero, etc. Esto sirve para asegurar que la persona en cuestión no está involucrada en el blanqueo de capitales o financiamiento de organizaciones criminales.
El KYC es importante porque aporta confianza, permite que los proveedores de servicios financieros comprendan la naturaleza de las actividades de sus clientes y, por supuesto, aporta una barrera protectora contra el fraude financiero y financiamiento de organizaciones criminales.
Además, el KYC lleva implícitos otros beneficios, ya que, ayuda a las empresas a:
- Entender a sus clientes y obtener información valiosa de cara a mejorar sus servicios
- Estandariza el proceso de registro de nuevos clientes, por lo que simplifica la comprensión del comportamiento de los clientes dependiendo de los riesgos
- Evitar sanciones y multas por no cumplir con las regulaciones
- Prevenir fraudes concretos, como la suplantación de identidad