En una sociedad donde cada vez estamos más conectados y utilizamos Internet para todo, la accesibilidad a la tecnología se vuelve totalmente imprescindible.

Con accesibilidad nos referimos a la posibilidad de usar la tecnología de forma fácil, cómoda y sin interrupciones ni limitaciones, independientemente de la persona.

La importancia de facilitar el acceso a la tecnología

La accesibilidad digital comprende el uso de la tecnología como herramienta para eliminar las barreras de la discapacidad.

En el día a día, permanecemos conectados y utilizamos Internet para todo; ya sea, para relacionarnos a nivel personal como laboral.

El problema es que no todas las personas tenemos las mismas oportunidades porque no todos tenemos las mismas características físicas y/o psíquicas. Por eso, es necesario facilitar el acceso a la tecnología.

Muchas empresas ya se encuentran trabajando en la accesibilidad a la tecnología para que toda la sociedad se puede aprovechar de sus beneficios.

La adaptación a la accesibilidad digital implica llegar a más usuarios

El objetivo de las empresas que apuestan por la accesibilidad digital es llegar a un público lo más amplio posible.

Si tenemos en cuenta los datos de la OMS, en el mundo hay más de 1000 millones de personas que presentan algún tipo de situación de discapacidad. En cifras, suponen el 15% de toda la población, lo cual es un número muy elevado. Además, no todas las situaciones de discapacidad son iguales.

En el momento en el que las empresas diseñan sus páginas web o programas, deben enfocarse no solo al 85% de las personas restantes, sino a todo el mundo, porque todos tenemos derecho a disfrutar de la tecnología.

La accesibilidad digital se enfoca en crear productos digitales de todo tipo (apps, programas o webs), aptos para todos los usuarios, independientemente de si se encuentran en situación de discapacidad o no. Por lo tanto, se enfoca en incluir y tener en cuenta todas estas situaciones de discapacidad, ya sean neurológicas, físicas, auditivas, visuales, trastornos del habla, etc.

El objetivo final es que las personas no tengan que adaptarse a las nuevas tecnologías, sino que sean las nuevas tecnologías las que puedan adaptarse a todas las personas.

¿Es obligatorio que las páginas web y apps sean accesibles?

Como en todas las áreas, la regulación no es igual para todos los países. En EEUU hay leyes que exigen la accesibilidad en las herramientas digitales. Por su parte, en la UE sólo se requiere dicha obligatoriedad a las páginas web y apps para móviles relacionadas con entidades públicas, como recoge la Directiva (UE) 2016/2102, del Parlamento Europeo y del Consejo.

Por lo general, en el mundo se defienden una serie de ​​pautas de accesibilidad al contenido en la Web (WCAG, Web Content Accessibility Guidelines). Es donde se establecen los estándares a cumplir por los productos digitales que quieran conseguir el sello de “accesible”.

Los beneficios de la inclusión digital las empresas y la sociedad

La accesibilidad digital completa pasa porque las empresas desarrollen soluciones que permitan construir una sociedad más igual e inclusiva, que aporte facilidades a todas las personas.

Es un importante avance, no solo desde el punto de vista de la moral y de la ética, sino también para mejorar la calidad de vida de las personas. La adaptación a la accesibilidad digital implica conseguir más usuarios, lo que puede repercutir de manera beneficiosa en los resultados de la compañía.

Las empresas deben aprovechar todo el potencial de las herramientas que utilizan y sus conocimientos para fomentar las tecnologías accesibles a todas las personas, independientemente de situación particular.

La tecnología ha cambiado el mundo tal y como lo conocemos y no ha parado de hacernos la vida más fácil. Pero con la introducción de este concepto de accesibilidad a la tecnología, ahora también puede ser una gran aliada para romper las barreras de las personas con discapacidad. 

Caminamos, por tanto, hacia la búsqueda de soluciones inclusivas para facilitar el acceso a la tecnología a todos.

¿Acaso puede haber mejor inversión?

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